Con una extensión de 35’5 km2, es uno de los municipios segovianos que se encuentra a menor altura, 765 m, lo que le permite un importante desarrollo hortícola. Enclavado en la zona denominada “El Carracillo”, la horticultura ha permitido a Chañe crear nuevos empleos y riqueza. Aparte de la agricultura, el pinar ha constituido durante décadas el sustento de numerosos vecinos, especialmente por la resina y el piñón, aprovechando desde los últimos años la casca del piñón como combustible. Por el término municipal pasa el arroyo del Ternillo, La Sierpe y el Marieles o de las Arroyadas.

Chañe pertenece a la Comunidad de villa y tierra de Cuéllar, de la que se encuentra a 14 km. También pertenece al sexmo de La Mata, junto con Fresneda, Navas de Oro, Narros, Samboal y Mata de Cuéllar. En su término se localizan los despoblados de Moraleja, Nuño Gómez, Pesquera, Pinar Albo, Ruy de Manzano y El Valle.

La primera mención documental a Chañe corresponde a 1247, en relación con la distribución de rentas que ese año realiza el cabildo segoviano.

La economía chañera ha estado siempre vinculada al pinar, siendo la resina y la extracción de la pez sus actividades principales. La pez o brea, se transforma a partir de la combustión de los sarros en la peguera, que es una construcción de adobe o ladrillo con forma ligeramente ovalada cerrada con falsa cúpula y recubierta en el exterior con barro. En la parte delantera se encuentra la boca orientada al este, para que arda mejor cuando sea encendida; en la trasera tiene un pozo donde se recoge la pez, llamado olla.

Las pegueras se prendían durante el invierno, ya que en esta época los pinos no se trabajan, durando la quema tres o cuatro días. En Chañe existían dos, “la del Camino de Narros” y “la del Majuelo de las Médicas”; los resineros se turnaban para quemar cada uno de sus sarros, por lo general en cuadrillas, para ayudarse los unos a los otros. La primera quema se hacía por sorteo, ya que era en la que más se perdía al pegarse parte de ella en las paredes internas de la peguera y de la olla. Para revivir esta importante actividad, el ayuntamiento de Chañe hace un encendido de la peguera en Semana Santa.

Pascual Madoz, a mediados del siglo XIX, dice sobre Chañe que “tiene 174 casas, la de ayuntamiento, escuela de instrucción primaria común a ambos sexos. Tiene por anejo a la Fresneda, comprende los despoblados de Sesguera, Nuñogómez, Aldihuela y Moraleja. Produce trigo, cebada, centeno, algarrobas, garbanzos, muelas, yeros, cáñamo, rubia y piña”.

Patrimonio:

Iglesia de San Benito Abad, en 1710 dan comienzo unas obras que afectan a la cabecera del templo, que está formado por tres naves y que se levanta sobre otra anterior medieval como se aprecia en algunos elementos. Tiene una cúpula sobre pechinas en el crucero, amplio presbiterio y coro a lo pies. El retablo mayor, barroco del siglo XVIII, está compuesto por banco, cuerpo principal y ático curvo adaptado al testero; se organiza en tres calles separadas por cuatro estípites, que sustentan un amplio entablamento y se prolongan en el ático en cuatro machones con volutas al exterior, rematados por cuatro angelitos exentos en actitud de portar símbolos o instrumentos, actualmente desaparecidos. Conserva, además, una buena colección de piezas de plata, como la cruz procesional y una arqueta relicario, ambas piezas del siglo XVII, también guarda un cáliz y la custodia de sol del siglo XVIII.

Ermita de Nuestra Señora de San Antonio, situada en la cañada de los Arrieros, está levantada en mampostería, en ella se tributa culto a la Virgen de los Remedios. En este lugar existía una aldea denominada Pesquera; al despoblarse el lugar, la imagen de la patrona fue colocada en el altar y la de San Antonio fue trasladada a la iglesia.

Ermita del Santo Cristo de la Agonía, se encuentra en el centro del pueblo y está construida también en piedra, tiene dos puertas enmarcadas que representan el bien y el mal. En su interior destaca un cuadro de San Antonio y una escultura de tamaño natural de un Cristo crucificado.

Rutas y sendas naturales:

• Lagunas de “Redonda” y “Santo Cristo”, se encuentran en el casco urbano acogiendo a una variada flora y fauna.