Navalmanzano se desarrolla en torno a las aguas de los arroyos Malucas y Polendos, con testimonio de la presencia humana de la cultura del Vaso Campaniforme y del Bronce Final (± 1700 a.C.) en busca de tierras fértiles, se encuentra situado en pleno cruce de importantes caminos, a 25 km de Cuéllar y a 39 Km de Segovia. Con la organización concejil de la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar, Navalmanzano se convierte en cabecera del sexmo que lleva su nombre, junto con Gomezserracín, Pinarejos, San Martín y Mudrián, Sanchonuño y Zarzuela del Pinar, teniendo noticias desde al menos el siglo XII cuando Alfonso VII entrega al obispo de Segovia una serna situada entre […] Fuente Pelayo et Naua de Mançanu […].

Históricamente los navalmanzanenses se dedicaron principalmente a la agricultura, la ganadería y la explotación del pinar, en la actualidad existe una mayor diversificación, debido a la mayor rentabilidad de los productos de huerta: patatas, zanahorias, puerros y, de manera especial, el cultivo del fresón.

Pascual Madoz, en el siglo XIX, nos aporta su punto de vista diciendo: “Tiene 250 casas de inferior construcción y de un solo piso, distribuidas en varias calles y una plaza; hay casa de ayuntamiento, cárcel, escuela de instrucción primaria común a ambos sexos, a la que concurren 60 niños y 30 niñas […] una iglesia parroquial (San Justo y Pastor); hay 2 ermitas (San Roque y Santísimo Cristo [de Santa Juliana]). Producción: trigo, cebada, centeno, algarrobas, garbanzos y patatas. Población: 262 vecinos, 1.207 almas.

Patrimonio:

Iglesia de los Santos Justo y Pastor, dedicada a los niños mártires de Alcalá de Henares, sus imágenes quedan representadas en el altar mayor. Fue levantada en el siglo XVIII con fábrica principalmente de ladrillo, es de planta de cruz latina, con las bóvedas cubiertas de yesería barroca y cúpula sobre el crucero; acoge, bajo el soto-coro una espléndida pila bautismal de traza románica. En el exterior destaca su elevada torre, tanto por su fábrica de granito como por su chapitel de pizarra. En el interior, en el retablo mayor, se encuentran las imágenes de los niños santos, y un interesante cáliz de plata realizado en Segovia en el siglo XVI.

Ermita de Santa Juliana, situada en un otero, a un kilómetro de distancia de la localidad se levanta esta ermita de factura mudéjar, construida a finales del siglo XIII o inicios del siglo XIV con cabecera rectangular. Sumamente austera al exterior, la única decoración es una banda de esquinillas bajo las cornisas norte y sur. En el interior guarda una imagen gótica de una virgen entronizada con el niño, y una imagen, del siglo XVI, del Santo Cristo de Santa Juliana; mantiene, también una bóveda de medio cañón con arcos fajones. Una leyenda afirma que había unos monjes que custodiaban la ermita, y que en la cueva del Otero escondían el vino y las riquezas que obtenían de sus posesiones. Misteriosamente, desaparecieron de noche sin dejar rastro, abandonando sus tierras, viñas y la ermita.

Ermita de San Roque, de pequeño tamaño y muy sencilla, se abre coincidiendo con la festividad de santo.

Rutas y sendas naturales:

• Ruta 60, diseñada para bicicleta de montaña, tiene un recorrido circular de 60 km, visitando las ermitas de Santa Juliana y de San Cebrián para llegar a Zarzuela del Pinar, San martín, Mudrián, Pinarnegrillo, Fuentepelayo y regreso por San Cebrián a Navalmanzano.
• Cuesta de los Santos, recorrido lineal de 21 km para bicicleta de montaña recorriendo Pinarnegrillo para llegar a la Cuesta de los Santos y regresar a Navalmanzano por el mismo itinerario.