MORALEJA DE CUELLAR

La localidad de Moraleja está integrada municipalmente en Olombrada desde 1976, perteneciendo al sexmo de Hontalbilla de la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar, junto con Adrados, Frumales, Lastras de Cuéllar, Olombrada, Perosillo, Hontalbilla y la propia Moraleja de Cuéllar. 

Moraleja está situada a 10 km de Cuéllar. En el siglo XIII, era conocido como Moraleja de Colar y, posiblemente, el término alude a que allí viviera una comunidad de musulmanes.

Moraleja también debe su arquitectura a los pueblos blancos, realizada con piedra caliza de mampostería, que le otorga un aspecto diferenciado, manteniendo una perfecta relación entre la arquitectura, el paisaje y, por consiguiente, con los materiales más cercanos utilizados por el hombre como elementos constructivos.

A mediados del siglo XIX, Pascual Madoz, describía Moraleja diciendo: “Tiene unas 60 casas inferiores, distribuidas en diferentes calles y una plaza; hay casa de ayuntamiento, que a la par sirve de cárcel; escuela de instrucción primaria común a ambos sexos, a la que concurren unos 14 alumnos niños que se hallan a cargo de un maestro dotado con 1.100 reales y 20 fanegas de centeno que pagan los padres de los niños; y una iglesia parroquial (Santa María Magdalena) servida por un párroco. Produce: trigo, cebada, centeno, avena, garbanzos, otras legumbres y rubia. INDUSTRIA: la agrícola y dos o tres telares de lienzos y paños bastos del país. Población: 54 vecinos, 201 almas”.

Patrimonio:

Iglesia de Santa María Magdalena, ubicado en el caso urbano, está rodeada de un pequeño jardín por su parte sur. Construida a finales del siglo XV, mantiene algunos elementos de origen románico, conservando la cabecera rectangular y unos canes en nacela que sustentan la cornisa. Es un edificio de mampostería revocada, con sillares labrados en los esquinales con piedra de Campaspero; el pórtico sur está integrado en el cuerpo de las naves. El interior se organiza en tres naves, una de ellas la correspondiente al antiguo atrio, con cubiertas de madera y coro a los pies.

Sufrió distintas reformas, la más importante en el siglo XVIII, cuando sustituyó la techumbre de madera por las bóvedas s de decoradas con molduras polícromas.

Pinturas de Marcelino García Sanz, las pinturas que decoran las fachadas del municipio, dan vida al pequeño pueblo de Moraleja; realizadas por un moralejano, unas representan edificios segovianos o pinturas famosas, otras, realizadas en blanco y negro, personifican escenas de antiguas fotografías.

Rutas y sendas naturales:

  • Nacimiento del arroyo «Collalvillas».
Actualizado: 07/06/2023