Zarzuela está situado a 23 km de Cuéllar, formando parte de su Comunidad de Villa y Tierra en el sexmo de Navalmanzano, junto con Pinarejos, Sanchonuño, San Martín y Mudrián, Gomezserracín y Navalmanzano. A Zarzuela se unía el despoblado de La Hirvienza, situado a 4 km al noreste del municipio, en la ribera izquierda del Cega.

Los primeros datos se refieren a la etapa de la repoblación organizada por Alfonso VI. En 1210, en la carta de demarcación de los límites de Cuéllar, se cita como Sarçuela. En el siglo XV se cita como Zarçuela.

Escondido en el mar de pinares, a Zarzuela el pinar le da nombre, siendo el monte su mayor patrimonio. Al igual que en Navas de Oro, su gentilicio es “peguero”. Además del valor ambiental tiene un gran valor económico este bosque, ya que Zarzuela ha vivido durante siglos de la extracción de la resina de sus pinos y hoy en día todavía se trabaja en sus pinares. Tuvo hasta cinco fábricas de resina, tres de pez, un aserrío de madera, una carpintería. Una de ellas contó con siete hornos para elaborar resina, pez negra e incluso incienso.

Pascual Madoz, escribe sobre Zarzuela del Pinar que “Tiene 140 casas, más bien chozas, la del ayuntamiento, que a la par sirve de cárcel; escuela de primeras letras, común a ambos sexos, dotada con 1.100 rs.; una fuente y un pozo de buenas aguas […] El terreno es de mediana calidad Produce cereales y algunas legumbres. Industria y comercio, una buena fábrica de pez negra, con 7 hornos para su elaboración, 4 para resina, aguarrás, pez griega, trementina e incienso, y exportación de la pez y demás producciones para diferentes puntos. Población: 110 vecinos, 482 almas”.

Patrimonio:

Iglesia de la Exaltación de la Cruz, conserva entre sus fábricas algunos restos de las fábricas mudéjares. En el interior la planta es de una sola nave, cubierta con bóvedas de yeserías barrocas; sobresale el retablo-relicario que contiene un resto del lignum crucis, con cuatro tablas pintadas con representaciones de santos; también destaca el retablo del altar mayor de estilo barroco realizado en la primera mitad del siglo XVIII. El retablo lateral, dedicado al Santo Cristo, fue elaborado por José de Ferreras en 1678.

Visitable en horario de culto.

Ermita del Cristo del Humilladero.

Ruinas de la ermita de San Andrés, de origen románico esta sencilla ermita queda situada a unos 2 km al sur del pueblo. Fue construida en mampostería y ladrillo en un pequeño promontorio, y se conservan tres de los muros.

Ruinas de la ermita de San Cebrián, también de origen románico, fue construida a finales del siglo XII. El lugar es una atalaya desde la que se divisa el mar de pinares, por lo que es un gran atractivo para la fotografía. De los restos, únicamente son visibles los muros perimetrales del templo; se aprecia planta de doble cuerpo rectangular, con una nave mayor que su presbiterio. Está situada al suroeste de la localidad, casi en el término de Fuentepelayo.

Rutas y sendas naturales:

• Lagunas del “Santo”.
• La Cueva de La Mora.